Fue un momento emotivo para los que participaron el miércoles (9) en la liberación del lobo de crin (Chrysocyon brachyurus), rescatado en marzo en la Avenida das Cataratas de Foz do Iguaçu (PR). Al llegar al lugar elegido para ser el nuevo hogar del mayor cánido de Sudamérica, la caja que lo albergaba estaba debidamente colocada en lo alto de una colina, con un arroyo de fondo y una puesta de sol digna de los documentales de fauna salvaje. A pesar del paisaje, cuando abrió la puerta de la jaula, el protagonista de esta historia parecía indeciso, lo que aumentó el nivel de ansiedad de los participantes, dispuestos a registrar con sus cámaras el singular acontecimiento.
La acción contó con la participación de profesionales del Refugio Biológico Bela Vista (RBV) de Itaipú Binacional, del Instituto Chico Mendes de Conservación de la Biodiversidad (ICMBio), del Eco Park Foz y del Proyecto Onças do Iguaçu.
"Hoy es un gran día para nosotros y especialmente para él. Es el día en que vuelve al lugar de donde nunca debió salir", declaró Pedro Teles, biólogo de Itaipú Binacional. El animal fue encontrado desorientado y acorralado el 12 de marzo de este año cerca de un restaurante de Foz do Iguaçu. Tras ser capturado por la Policía Medioambiental, fue trasladado a la RBV de Itaipú, donde fue sometido a una serie de pruebas. Durante el periodo de rehabilitación, engordó 1,5 kg.
Según Teles, el lugar de la liberación se eligió a partir de estudios que tuvieron en cuenta las condiciones ideales para la especie en el oeste de Paraná. Además, el lobo de crin recibió un collar GPS para controlar sus movimientos. "Queremos entender cómo estos animales se están adaptando o ampliando su territorio en zonas como Foz do Iguaçu, que solía estar dominada por la Mata Atlántica", explicó.
Emoción
Al cabo de unos minutos, el lobo salió por fin de su jaula, sintió la hierba en las patas tras semanas hospitalizado para recibir tratamiento, y bajó hacia el arroyo. Y no, no miró atrás, como dando las gracias. Aun así, los que estaban allí se sintieron agradecidos de haber formado parte de la experiencia.
La bióloga de Eco Park, Alessandra Borges, describió el momento como "emocionante para todo el equipo de la institución". Nuestro papel es sensibilizar a la gente mediante el contacto directo con los animales. Sentimos que hemos cumplido con nuestro deber al contribuir a su conservación. Ha sido una experiencia nueva y muy especial para todos nosotros".
La liberación también conmovió a quienes participaron en el rescate. Yara Barros, coordinadora del Proyecto Jaguares de Iguazú, destacó la importancia del momento: "Ver a este animal salir de su caja y caminar hacia la naturaleza es absolutamente increíble. Para esto trabajamos: para conservar las especies y garantizar su futuro".
Aunque Itaipú ya realizó un proceso similar en 2009 con un lobo de crin en Toledo, esta es la primera vez que se libera un animal de esta especie rescatado en la zona urbana de Foz do Iguaçu.
Esta acción de Itaipú está alineada con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 15 - Vida Terrestre, que trata de la preservación de la flora y la fauna.